Académicos de la UV se capacitan para comprender trastornos del espectro autista
El curso, que tuvo lugar en dependencias de la Escuela de Ingeniería en Información y Control de Gestión, fue coordinado por el Programa UV Inclusiva de la Dirección de Asuntos Estudiantiles y la Unidad de Gestión Curricular y Desarrollo Docente de la Vicerrectoría Académica.
Pierina Penna, directora de Asuntos Estudiantiles, explica que el curso consistió en “una capacitación a académicos que trabajan en nuestra institución y que de una u otra manera pueden recibir dentro de su trabajo a estudiantes que presentan la condición del espectro autista. El objetivo es que podamos con ellos realizar un trabajo de sensibilización, y por otro lado que podamos ir viendo algunas estrategias en aula”.
En este sentido, añade, “desde el Programa UV Inclusiva lo que nosotros buscamos es que todos aprendan, que desde el punto de vista disciplinar todos puedan cumplir la programación de cada una de sus asignaturas, para lo que se requiere hacer pequeños ajustes en la forma de evaluar, en la forma de trabajar en aula, para que podamos lograr un aprendizaje efectivo en los estudiantes que presentan esta condición”.
Apunta la directora de la DAE que “en este momento contamos con catorce estudiantes con esta condición, de los cuales diez se encuentran con su diagnóstico y su certificación, y cuatro están en proceso de hacerlo. Y de acuerdo a lo que nosotros hemos visto, la tendencia apunta a que hay una gran cantidad de estudiantes que probablemente no conoce su condición y que no han acudido al programa, y también nos vamos a preparar para estudiantes que puedan llegar el próximo año, considerando todas las adaptaciones que se están realizando desde el Demre para la PSU inclusiva”.
Vanessa Kreisel, académica de la Escuela de Fonoaudiología y relatora del curso, destaca la importancia del mismo, por cuanto “para apoyar a la persona con esta condición, el entorno debe estar informado sobre en qué consiste, cuál es su perfil, cuáles son sus intereses, cuáles son sus necesidades y también sus puntos fuertes. Por eso nos sentimos muy contentos de que los docentes se animen y se interesen; muchos de ellos tienen estudiantes con esta condición dentro de nuestra universidad y tratan de darles los mejores apoyos, y eso se ve en que siempre que se hacen jornadas hay harta convocatoria, y se agradece”.
A nivel internacional las cifras indican que una de cada 57 personas presenta algún trastorno del espectro autista. Al respecto, destaca Vanessa Kreisel que el TEA “es una condición que va a acompañar a la persona a lo largo de todo su ciclo vital, y que no es una enfermedad. Insisto: esto no es una enfermedad, sino que es un perfil cognitivo diferente, una forma de vivir diferente, y por tanto requiere ciertos apoyos y que el entorno se adapte a la persona y no la persona tenga que adaptarse a este entorno, que es lo que muchas veces ocurre”.
Al término del curso, que tuvo un total de cuatro horas de duración y que consideró una parte expositiva y un taller, los académicos participantes quedaron capacitados para identificar características y comportamientos en individuos con TEA para su pesquisa y derivación oportuna, modificar formatos de entrega de contenidos en función de las Necesidades Educativas Especiales (NEE) de un caso tipo e implementar estrategias anticipatorias a futuras dificultades en el aula con estudiantes que presentan TEA.